20 febrero 2018

EL DESFASE DE LAS COMUNIONES

Al estar plenamente inmerso en el “sarao” de una Primera Comunión, uno que a veces le da por pensar se pregunta, ¿qué estamos haciendo?.

Lo que en principio es una celebración muy austera y comedida, la estamos transformando en un festín de derroche y despilfarro, al igual que hemos hecho con cualquier evento religioso, véase un bautizo o una boda y los mismos derroteros han corrido otras fechas significativas tipo Navidad o Semana Santa.

Si partimos de la DEFINICIÓN DE PRIMERA COMUNIÓN: Ceremonia en la que una persona cristiana participa por primera vez del sacramento de la Eucaristía recibiendo la comunión (el cuerpo y la sangre de Jesucristo), siendo un requisito obligatorio haber recibido antes el sacramento del bautismo y el de la penitencia o confesión.

Desconocía que el hecho de “recibir el cuerpo y la sangre de Cristo” generase tanto alboroto y confusión entre los feligreses, llevándonos incluso a cometer algunos pecados capitales.

Ya lo decía mi admirado Don Emilio Calatayud (Juez de Menores de Granada) el año pasado pidiendo mesura con los convites de las comuniones y creo que se quedó corto.


¡¡¡Perdónanos Señor porque no sabemos lo que hacemos!!!.

09 febrero 2018

31 enero 2018

EL "CRISTO ROJO" DE BEMBIBRE

Cuentan las crónicas que aquel domingo 7 de octubre de 1934, a las 11 de la mañana, doscientos revolucionarios de la cuenca del Sil bajaron de las montañas y tomaron Bembibre. En filas de a ocho, con jefes de escuadra, pistola al cinto y voces de mando, tomaron la villa ante el asombro de sus gentes. Después, la historia se vuelve revuelta. Con la iglesia en llamas, salvaron la imagen del Sagrado Corazón con su túnica grana y la dejaron en mitad de la plaza con un letrero que rezaba: <<Cristo Rojo, a ti respetamos por ser de los nuestros>>. Y así fue como el Cristo de Bembibre, que había sobrevivido a ocupaciones, guerras y revueltas, se salvó de nuevo milagrosamente.

La imagen del Cristo rojo se fijó en la retina del país, los mineros llevaron al Cristo amnistiado a las barricadas y sobrevivió a aquellos días en los que, otra vez, los mineros en León, Asturias y Palencia y los obreros en Madrid y Barcelona «soñaron un mundo mejor». Estaban convencidos de que en Madrid y Barcelona había triunfado la revolución social.

Se marcharon a las once de la noche, cuando llegaron las tropas procedentes de Astorga, se retiraron después de una dura batalla en al oscuridad. Habían muerto tres soldados y un sargento, dos guardias civiles y dos revolucionarios.

La imagen del "Cristo Rojo" de Bembibre con el cartel del indulto de los mineros insurrectos de 1934 se difundió en la revista Estampa y en otros periódicos de la época como un símbolo de la devoción popular de unos hombres que buscaban cambiar la sociedad.

Fue la república socialista más breve, tan solo duró diez horas, a la que siguieron meses de torturas y abusos, según cuentan “La Guardia Civil de Bembibre, golpeaba a los presos con la culata del fusil hasta romperles los tendones y las falanges de los dedos de los pies, no podían andar y se veían obligados a arrastrarse”.

Un informe describe los maltratos de decenas de mineros en las cárceles, “presos bestialmente machacados a golpes, unos por la Guardia Civil en el momento de la detención, otros dentro de los cuarteles y bastantes en las Comisarías de Inspección y Vigilancia” y se denuncia que de aquella otros “han tenido que firmar declaraciones que desconocen, las cuales se les presentaron redactadas de antemano, sin que se les permitiera ni leerlas, por pretenderlo, algunos recibieron palizas suplementarias”.

Así, se dice que por Bembibre pasaron unos 200 detenidos y que a casi la totalidad de ellos les pegaron brutalmente en la Casa Ayuntamiento, que es donde estaba ubicada la cárcel. Las presuntas palizas las daban en el salón de sesiones, que fue habilitado para cuartel general. También se cuenta que la inmensa mayoría de los habitantes de la capital del Bierzo Alto, “por estar tan céntrico el lugar de la tortura”, oían los gritos “desgarradores” de los detenidos.

Fuentes: Para elaborar el artículo se ha recurrido a las siguientes fuentes de información:
- Diario de León, La Nueva Crónica, Wikipedia, santaleocadia.es, iLeón e Infobierzo.

Imagen ampliada del "Cristo Rojo" de Bembibre con el cartel del indulto de los mineros.


* HISTORIA DE BEMBIBRE (Antonio Díaz Carro)

No podemos hablar de la iglesia parroquial sin referirnos a acontecimientos más recientes y cercanos a nosotros, hechos que para muchos más que historia sean todavía crónica vivida.

Un soleado domingo, el 7 de octubre de 1934, como consecuencia de la revolución llamada de octubre, que se inició en Asturias, arde la iglesia por sus cuatro costados. Todas las imágenes son sacadas a la plaza, y con ellas se hace una gran pira. Sólo se salva un Sagrado Corazón de Jesús, moderno, sin valor artístico, con el clásico manto rojo. Se le coloca bajo los soportales fronteros a la entrada principal del templo con un gran cartel sobre el pecho con la leyenda <<Cristo Rojo, a ti respetamos por ser de los nuestros>>.

El templo fue reconstruido, aunque perdió las dos torres cilíndricas que flanqueaban la espadaña. Y en lo alto de esta, en lugar de los remates, se coloca otra imagen del Corazón de Jesús, en granito blanco y con los brazos extendidos. El mensaje es fácil de comprender: Cristo no es rojo ni azul y sus brazos se extienden hacia todos los hombres. Ahora aparece coronado por un enorme nido de cigüeñas que todos los años nos anuncia la primavera.

Como ya escribimos en otra ocasión, se nos antoja que este edificio es el auténtico símbolo y resumen de Bembibre:
- La edad media, en rústico arco de medio punto en la fachada principal de lo que fuera sinagoga judía.
- La edad moderna, en la airosa espadaña de 1774; sobre ella, la pétrea y blanca imagen del Sagrado Corazón de Jesús, colocada al término de la guerra civil como expresión de amor y unidad.
- Finalmente, coronando todo el conjunto un gran nido de cigüeña, que es el mejor lema de esperanza en el futuro.

* Texto extraído del libro HISTORIA DE BEMBIBRE de Antonio Díaz Carro.


* FOTOS

La iglesia parroquial de San Pedro, antes del incendio de octubre de 1934, según una antigua tarjeta postal. El reloj había sido colocado por mandato del alcalde don Juan Riego de la Torre.

La calle del Escobar con la antigua iglesia de San Pedro al fondo, imagen extraída de una postal de la época.

La calle de la Estación (hoy Susana González) con la iglesia de San Pedro al fondo, según una antigua tarjeta postal.

El famoso “Cristo Rojo”. A su lado uno de los oficiales que mandaba las fuerzas que intervinieron en los acontecimientos de 1934. (Documento gráfico de ABC).

Así quedó la iglesia de San Pedro después del incendio de 1934.

La airosa espadaña barroca de la iglesia de San Pedro.

* Imágenes extraídas del libro HISTORIA DE BEMBIBRE de Antonio Díaz Carro.

25 enero 2018

QUE TRABAJEN LOS…

 Ayer leía que el gigante Amazon abría el primer supermercado donde no había que “pasar por caja”, sistema en que el dependiente será sustituido por una aplicación y el dinero contante y sonante por un código QR a ingresar, así todo muy virtual.

Solamente es un paso más en esa carrera de fondo cuya meta es reemplazar al humano por un sistema robotizado, ya sabes, todo un poco menos personal, seguimos la senda de las gasolineras sin empleados, tiendas sin local, coches sin conductor y un largo etcétera, las cosas cambian, por lo visto, dentro de poco, será algo “normal” tener por pareja a un androide, la descendencia será algo autómata (me imagino).


Antiguamente se decía: ¡que trabajen los romanos!, dicho que hemos ido cambiando por el ¡que trabajen las máquinas!. ¿Para cuándo las máquinas que paguen nuestras pensiones, sanidad y educación?. Sé que no podemos ponerle puertas al campo, pero esto avanza a un ritmo vertiginoso, ¿estamos preparados?.

Allá por el siglo pasado Charlton Heston protagonizó una película visionaria, pero no acertó demasiado en sus pronósticos, pues aquellos simios que nos iban a dominar en los tiempos futuros, en vez de mandriles, parece que nuestros dominantes serán complejos artilugios, probablemente algún día a ell@s se les cruce el cable, cambien el chip y digan ¡que trabajen los humanos! y esa sea la clave para llegar al codiciado pleno empleo.